Wednesday, November 16, 2005

El alma de la Concertación

Desde el 2 de febrero de 1988, día que se fundó la “Concertación de partidos por el NO”, han pasado 17 años, número similar al de partidos que firmaron el acuerdo para derrotar a Pinochet en el Plebiscito del 5 de octubre de 1988.

Desde el acuerdo netamente estratégico electoral de esos primeros años, se pasó posteriormente a un acuerdo de gobernabilidad futura, una vez que a Pinochet se le había derrotado en las urnas. Con el triunfo de Aylwin el 11 de diciembre de 1989 la coalición asumía el desafió de gobernar, cuestión que refrendó con la victoria de Frei en diciembre de 1993 y de Lagos en Enero de 2000.

Sin lugar a dudas, tanto la génesis como el desarrollo y evolución de la Concertación no tiene comparaciones ni en la historia política de Chile, ni menos el los proceso políticos acaecidos en América Latina el último siglo. Esto porque, por primera vez en nuestra historia gobernaba una coalición tan amplia de partidos que iba desde la centro derecha democrática hasta la izquierda socialista, pasando por el eje de la coalición que ha sido la Democracia Cristiana. Así mismo es la primera vez que un gobierno del mismo color permanece tanto tiempo en el poder legitimado por el respaldo popular en las urnas, no sólo eso sino que además la Concertación desde que arribo al ejecutivo ha ido imponiéndose en cada una de las elecciones que se han producido en nuestra nueva democracia.

Además, si a lo anterior se le suma que estos tres gobiernos han hecho una revolución política que ha significado por lejos mejorar los índices económicos y sociales, que no tienen comparación con ningún otro periodo de nuestra historia más aun la “Concertación de Partidos por la Democracia” ha puesto ha Chile como el país líder indiscutido de los países de la región latinoamericana, esto porque nuestra nación hoy día cuenta con la democracia de mejores índices de América Latina (vese último informe de Freedom House), además del punto de vista económico y social Chile es el país que presenta mayores avances en estas materias.

Por tanto el saldo de la existencia de esta coalición que ya se empina cerca de los 20 años, es tremendamente positivo y su fortaleza e institucionalidad soporta con seguridad un nuevo gobierno.

El alma de la concertación en su momento fue el “reencuentro de los demócratas” como señalara el ex presidente Aylwin, pero además la capacidad de su diversidad que se anida en su interior, diversidad que se manifiesta en los distintos puntos de vista que habitan en su interior, pero que durante estos años no han puesto en peligro ni a la coalición, ni a la gobernabilidad. Hasta hoy las divergencias han contribuido a proyectar este proyecto, no obstante hay que dar cuenta que al interior subsisten elementos que juegan al límite de la irresponsabilidad política, tensionando algunas veces mucho más de la cuenta la coalición, algunos que en su momento disfrutaron erosionando desde dentro y que luego se fueron, para posteriormente seguir descalificándola desde afuera. Sin embargo, pese a todo la concertación sigue adelante y la mejor muestra es que hoy existe consenso en que pese a algunas normales divergencias internas, lo que se ha dicho es que el 31 de julio de este año habrá candidata única de la Concertación y con una alta probabilidad la nueva Presidenta de Chile.

Por otra parte, uno de los problemas que enfrenta actualmente la Concertación, dice relación por la incapacidad de la derecha en constituirse en una oposición real que signifique alternancia de gobierno, cuestión que dado a la desarticulación y fragmentación que ha tenido el bloque de oposición no presentan una real opción de gobierno, esto último puede llegar a ser un problema en la medida que la Concertación no se exija a si misma, mayores desafíos para mejorar aun más la calidad de vida de los chilenos, dado que la derecha no ha podido en lo que va de este periodo sacar al pizarrón a los gobiernos de la Concertación.

La Concertación tiene además como desafió no sólo desarrollar un buen gobierno cuestión que ya ha probado con creces durante sus tres administraciones, sino que además reencantar su alma original, como una tarea de responsabilidad política, dado que hoy por hoy existen los ciudadanos que se ven representados en la Concertación más que en los partidos que la integran, esta tarea debe tener carácter de misión tanto de los dirigentes como de los militantes que conforman este conglomerado, puesto este punto significa algo más que un acuerdo electoral para gobernar, significa un proyecto político histórico, como ha sido hasta hoy, el modelo chileno de la Concertación.

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