Wednesday, January 04, 2006

¿Renovacion de la DC?

Este es el peor resultado histórico que ha sufrido la tienda de la Falange Roja desde las elecciones parlamentarias de 1958. Pero eso es historia y, sin ir más lejos la votación de la DC es la peor desde que se inauguró nuestra nueva democracia. En estos días se podrá decir otra cosa como que hay más porcentaje que en la elección anterior, pero lo que está claro es que hay menos diputados y senadores DC en el Congreso. Coincidentemente con esto, los diputados y senadores que se perdieron, son en su mayoría antiguos militantes que si bien tienen un gran merito como luchadores de la democracia, además del aporte que han hecho a la consolidación de esta, son figuras de la tradicional clase política de la DC que ha sido castigada en esta elección.

Algunos tal vez dirán que su perdida es por el mal trabajo parlamentario en terreno, lo cual tiene un porcentaje de asidero, dado que generalmente la ciudadanía premia a quienes hayan estado en contacto directo con la gente, y que además de ayudarlos a resolver problemas sociales los orientan en otros. Sin embargo, creo que otra variable de la perdida de estos parlamentarios de la generación del ´1960s y ´1970s se debe a que son figuras que representan a una DC antigua, anquilosada en su pasado glorioso, con pocas ideas que coincidan con el tiempo nuevo que vivimos.

Contrariamente a esto, las dos primeras mayorías nacionales en el país son mujer y hombre demócratas cristianos, trabajadores incansables de distrito, pero además con interesante trabajo en la cede parlamentaria, profesionales jóvenes. Me refiero a la veterinaria Alejandra Sepúlveda y al abogado Patricio Walker, quienes se empinaron por sobre el 54% de los votos de sus respectivos distritos. Resulta meritorio el resultado obtenido por Walker quien tenía una competencia muy dura en su distrito 8 que contempla las comunas de Coquimbo, Río Hurtado y Ovalle. En esta última es alcaldesa la esposa del diputado Francisco Encina que por tercera vez es arrastrado por Walker. Por otra parte compitió en su contra el actual Senador Designado Fernando Cordero quien desplegó una gran campaña en la zona con los correspondientes recursos.

Los casos relatados, muestran la cara y sello de un PDC que se empeña en hacer las cosas al contrario de cómo vienen los tiempos. Cuando la DC se desarrolló en la década de ´1960s era el típico partido de tipo popular, muy moderno para la época. Con un ideario político claro que era la carta de navegación para sus programas en el gobierno o en la oposición, logró tener un importante número de militantes, que además eran muy participativos de la estructura interna, aunque no al nivel de la participación que tienen los militantes en un partido de masas, pero si muy activa en el contexto de esos años. Además, la mayoría de sus líderes eran jóvenes de gran nivel profesional e intelectual para aquellos tiempos. Así, se comenzó a desarrollar lo que se ha denominado la cultura demócrata cristiana, que tuvo mucho éxito hasta mediados de la década de ´1990s. Sin embargo, la declinación de esta colectividad coincide con la perpetuación en el poder de las mismas figuras que brillaban en las décadas anteriores y que fueron incapaces, salvo algunas excepciones, como la del ex Presidente Aylwin, de dejar espacio para las futuras generaciones.

La DC tiene un importante contingente de figuras y militantes que están por los treinta y cuarenta y tantos, son profesionales con un alto espíritu de servicio público. Sin embargo, no sólo no se les ha dado la oportunidad de tomar importantes responsabilidades, sino que en algunos casos se les ha serrado la puerta, dándole oportunidades a los mismos de siempre en la DC.

Los partidos modernos que Pannebianco y Von Beyme definen como Profesionales Electorales, a diferencia de los partidos de tipo cartel y popular, se destacan por tener un buen contingente de cuadros preparados para los relevos políticos. Así, cuando Helmut Kohl dejó el poder, Merkel asistió a la posta que dejaba el antiguo líder alemán. Un caso similar es el de Rodriguez Zapatero, que con tan sólo 44 años asumió el Gobierno Español. La democracia cristiana tiene cuadros jóvenes, pero no se ha dado el relevo, sino que están ahí por si acaso en la eventualidad que exista algún espacio que estos puedan ocupalo. Esto es algo muy retrógrado y que deja al partido en la situación que lo cruza actualmente.

El momento actual de la DC, es la crónica de una historia que se viene gestando desde hace más de 10 años y que dice relación con un recambio generacional objetivo que tiene que haber al interior de la DC y no con recambios de maquillajes. De lo contrario, en el futuro la DC no tendrá jóvenes para hacerlo, porqué los actuales ya no serán jóvenes y no habrá relevos, dado que incluso hoy la JDC pasa por uno de sus peores momentos, con escasa representación en el mundo juvenil, ya sea universitario o territorial.

¿Tiene salida la DC?
Claramente sí, si se cambia la dirección de los hechos que este partido viene realizando religiosamente, con una dirigencia que tanto en nombres como en edad sea distinta a la que la han regido en los últimos años y con un ideario, que fundado en las ideas doctrinales del Humanismo Cristiano, sean consistentes con los tiempos actuales.

Así como los falangistas en una oportunidad rompieron con el viejo estigma del Partido Conservador, es tiempo que al interior de la DC se de esta nueva revolución generacional que cambie los destinos del partido que ha contribuido sustancialmente al desarrollo de Chile de los últimos 50 años, para que así no sólo sea un buen recuerdo de los cristianos y demócratas que alguna vez soñaron una sociedad más justa, solidaria y humana, sino que pueda recuperar los bríos de antaño y la coherencia política que necesita un partido doctrinario, profesional y electoral, vale decir un partido para esta época.

0 Comments:

Post a Comment

Subscribe to Post Comments [Atom]

<< Home