Tuesday, January 24, 2006

Bachelet y su entorno luego de la CEP

Y salió la encuesta del CEP, dejando una serie de resonancias en todos los comandos. Lavín definitivamente no sube y ya fue superado por Piñera (donde debo reconocer que ha sido mejor candidato de lo que yo creía, sumado a una chequera cuantiosa para hacer campaña). Este último ha tenido el acierto de maquillar su candidatura de derecha y seducir a algún electorado de centro, que votaría ya sea por la DC o el PPD. Hirsch es lo que siempre he sostenido, menos candidato que Gladis Marín y no va a ser más, pudiendo llegar posiblemente al 5%. Recordemos que Gladis sólo obtuvo el 3,5% de los votos en 1999.

El tema central de esta última encuesta pasa por lo que tanto Michelle Bachellet y su comando hagan a partir de estas cifras. Ciertamente estas no son como las anteriores, pero tampoco son tan negativas como para que no se pueda enmendar el rumbo. De la estrategia que despliegue su candidatura dependerá si ella llega a ser Presidenta o no, lo que parece obvio, pero las obviedades a veces no se ven.

La campaña que ha desplegado Bachellet en esta segunda parte ha sido un tanto deslavada y si bien ella ha presentado varias propuestas serías para su futuro gobierno, la debilidad ha estado en no centrarse en propuestas entendibles para la mayoría de la gente, vale decir, que su gran propuesta de la transformación del sistemas de AFP se ha diluido frente a los temas que han cruzado la agenda pública en el último tiempo. Contrariamente, Lavín se ha identificado con la lucha contra la delincuencia y Piñera en reducir el desempleo.

El rol del Presidente
Aunque mucha gente percibe que tanto los gobiernos de la Concertación y específicamente el de Lagos han sido buenos gobiernos, falta en la candidatura de Bachellet mayor posicionamiento de sus propios temas y en este sentido definir temas anclas que la gente entienda, lo que además requiere una profusa difusión de éstos. Así mismo, es importante buscar el puente de conexión entre la gestión de Lagos y la candidatura de Bachellet, sin que el Presidente actual, con su reconocido liderazgo, opaque la figura de la Candidata. Contrariamente a ésto debe ser él quien se ponga a disposición y bajo el liderazgo de Bachellet. Esto en la práctica significa destacar frente al electorado que Michelle Bachellet encarna los principios y la obra de los tres gobiernos de la Concertación. La señal debe ir encaminada a invitar a votar por Bachelet, lo que representará votar por un gobierno de estabilidad, crecimiento y equidad social, todos logros que la gente reconoce en los gobiernos de la Concertación.

El rol de la DC.

Esta es una elección que a partir de ahora se polariza, como lo fue la última parte de la campana de 1999, por tanto el partido que va a jugar el rol más importante en esta fase es la DC. Por lo tanto, esta colectividad debe sumar a todas sus figuras en torno a Bachellet para captar el voto de centro que se identifica con este partido, que es el que aparentemente se le está fugando a la candidata de la Concertación. En este sentido la Candidata debe verse liderando un equipo de figuras que sean realmente representativas de la DC, como Patricio Aylwin, Eduardo Frei Ruiz Tagle, Adolfo Zaldivar, Soledad Alvear, Gutemberg Mártinez y Alejandro Foxley, entre otros. De este modo, la DC debe mostrarse unida y fuerte con un discurso de partido que de confianza y gobernabilidad al país, reafirmando que seguirá siendo el partido de centro de la Concertación y esto sólo lo puede hacer si saca a sus figuras a terreno a llamar a votar por Bachellet.

La campaña

Hasta ahora, hay coincidencia que la campaña a ha sido débil y que en general las coordinaciones territoriales están descoordinadas, vale decir, que hay escasa o nula campaña en terreno, lo que significa que Bachellet tiene necesariamente que salir a regiones y a terreno, para revertir el escenario actual. Por otra parte, uno de los asesores de campaña de Bachellet, ya probó una vez como destrozar la imagen de un gran presidente, con su política de que no comunicar es la mejor comunicación. Ese mismo asesor está hoy en el comando de la Concertación y lo cierto es que ha fracasado en el periodo que ha asesorado a la Candidata, dado que aparentemente su imagen en este periodo se ha visto deteriorada.
El nuevo rumbo de Bachellet debiera estar centrado en mostrarse como la gran líder de la nueva Concertación, lo que significa demostrar que no hay en la Concertación otro liderazgo superior al de ella, y que de este modo, la figura de Bachellet está muy por sobre los liderazgos de la derecha.

Todavía hay tres buenas semanas para enmendar el rumbo y salir a buscar las voluntades de las personas, quienes luego se transformarán en los votos que hoy le están haciendo falta a Bachellet para tener un triunfo más claro.


Andres Jouannet V.
Dr. en Ciencia Política
Universidad de Heidelberg

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