Wednesday, January 25, 2006

El modelo político chileno de los últimos años*

Chile enfrenta este año importantes decisiones que afectarán la política de este país los próximos cuatro años, dado que el 14 de diciembre de este año se deberá elegir el o la Presidente que regirá los destinos de la Nación Andina desde marzo de 2006 hasta marzo de 2010.

El panorama político-electoral actual
La elección enfrenta a tres candidatos y una candidata, los que se dividen de la siguiente forma; la derecha lleva dos candidatos, por una parte está Joaquín Lavín militante de la Unión Demócrata Independiente (UDI), partido que es de la extrema derecha y cuyos miembros, en su mayoría fueron participes de la Dictadura de Pinochet. Lavín además es segunda vez que postula, y en la vuelta anterior enfrentó al actual Presidente Ricardo Lagos, quien lo derrotó por un escaso margen. Lavín es clasificable dentro de un populismo moderado de derecha, muy cercano a posturas conservadoras de la Iglesia Católica (Opus Dei). El segundo candidato que representa a la derecha, es militante de Renovación Nacional (RN), partido de Derecha con posiciones liberales en materia económica y conservadoras en lo valórico-moral. Piñera es un exitoso empresario que ha amasado una fortuna de alrededor de mil millones de dólares y cuenta entre sus activos, ser uno de los accionistas principales de la empresa aérea LAN. Sebastian Piñera tiene además una importante carrera política y académica y entre sus cualidades cuenta el ser un buen comunicador, también se podría clasificar dentro de un populismo moderado.[1] Tomás Hirsch el tercer candidato en cuestión, representa al polo de extrema izquierda, militante del Partido Humanista, Hirsch es parte de una coalición denominada Juntos Podemos Más, que en las anteriores elecciones municipales alcanzaron alrededor de un 10%. Dentro de esta agrupación está el Partido Comunista de Chile, colectividad política que es muy importante en lo que es la cultura política chilena y que además es el eje de dicha coalición. Sus ideas fuerzas están en la línea de la protesta antiliberal y norteamericana, muy propia de los movimientos de extrema izquierda que cruzan hoy a Latinoamérica. La última Candidata en ruedo, Michelle Bachelet, socialista, ha sido Ministra de Salud y Defensa, esto último muy significativo, dado a que su padre un General de Ejercito, fue asesinado bajo las torturas de sus camaradas de armas, en la primera parte de la Dictadura de Pinochet. Bachelet representa a la Coalición que ha gobernado por casi 16 años el país denominada Concertación, la que está formada por socialistas (PS), socialdemócratas y demócratas cristianos (DC), este último partido es el partido más grande del sistema de partidos en Chile e intentó llevar una precandidata al interior de la Concertación, la ex Ministra de la Mujer, Justicia y Relaciones Exteriores, Soledad Alvear, la que finalmente depuso su candidatura, dado a que Bachelet tenía sobre ella, claramente una ventaja de adhesión en la opinión pública.

Como van las encuestas hasta hoy Bachelet se impondría con mayoría absoluta en la primera vuelta, mientras que Lavín y Piñera empatarían con alrededor de un 20% cada uno, por su parte el Hirsch, rondaría el 5% que es la votación histórica de la extrema izquierda en Chile, en este tipo de elecciones.

No obstante los votos no están contados y todavía se puede llegar a una segunda vuelta, sin embargo hay altas probabilidades que Bachelet y la Concertación gobiernen por cuatro años más, estamos hablando que la Concertación gobernaría a lo menos 20 años, los cuales se dividirían entre el Presidente Patricio Aylwin (DC) 1990-1994, Eduardo Frei Ruiz Tagle (DC) 1994-2000, Ricardo Lagos (PS) 2000-2006 y eventualmente Michelle Bachelet (PS) 2006-2010.

Por todo lo anterior, la pregunta que surge respecto de la continuidad que ha tenido esta coalición; ¿Es como han logrado ser electos en oportunidades seguidas y además cómo se han mantenido tan fuertemente unidos? La respuesta tiene que ver con el modelo de gobernabilidad que ha implementado la Concertación, la que denominaré la Revolución Democrática.

El encuentro de los contrarios[2]
La revolución democrática comienza el 11 de Septiembre de 1973, cuando los militares dan el Golpe de Estado y terminan con más de 60 años de democracia ininterrumpida en Chile. Desde ese momento comenzó lo que Aylwin denominó “el encuentro de los contrarios”, desde el exilio o en el país, socialistas y demócratas cristianos se comienzan a encontrar en foros internacionales, a través de la Iglesia Católica, que juega un rol principal en la lucha por los derechos humanos y el retorno de la democracia, u en otras instancias. A partir de fines de la década de ´1970s y principios de los ´1980s estas relaciones se comienzan a intensificar y ya hacia fines de este periodo se ponen todos bajo el liderazgo de Aylwin quien desde siempre se había jugado por una salida institucional a la dictadura, para así recuperar la democracia en paz y sin derramamiento de sangre en el proceso de transición.

Desde el 2 de febrero de 1988, día que se fundó la “Concertación de partidos por el NO”, han pasado más de 17 años, número similar al de partidos que firmaron el acuerdo para derrotar a Pinochet en el Plebiscito del 5 de octubre de 1988.

Desde aquel acuerdo netamente estratégico electoral de esos primeros años, se pasó posteriormente a un acuerdo de gobernabilidad futura, una vez que a Pinochet se le había derrotado en las urnas. Desde ahí hasta que asume Aylwin es lo que denomino la transición a la democracia y luego cuando comienza su gobierno se inicia la consolidación democrática.

Con el triunfo de Aylwin (54%), la coalición asumía el desafió de gobernar, cuestión que refrendó con la victoria de Frei (58%) en diciembre de 1993 y de Lagos (51%) en Enero de 2000.

La revolución democrática
Sin lugar a dudas, tanto la génesis como el desarrollo y evolución de la Concertación no tiene comparaciones ni en la historia política de Chile, ni menos el los proceso políticos acaecidos en América Latina el último siglo. Esto porque, por primera vez en nuestra historia gobernaba una coalición tan amplia de partidos que iba desde la centro derecha democrática hasta la izquierda socialista, pasando por el eje de la coalición que ha sido la Democracia Cristiana. Así mismo, es la primera vez que un gobierno del mismo color permanece tanto tiempo en el poder legitimado por el respaldo popular en las urnas, no sólo eso, sino que además la Concertación desde que arribo al ejecutivo ha ido imponiéndose en cada una de las elecciones que se han producido en la nueva democracia de Chile, llámese elecciones legislativas y municipales.

Además, si a lo anterior se le suma que estos tres gobiernos han hecho una revolución política que ha significado por lejos mejorar los índices económicos y sociales, que no tienen comparación con ningún otro periodo de la historia del país, más aun la “Concertación de Partidos por la Democracia” ha puesto ha Chile como el país líder indiscutido de los países de la región latinoamericana, esto porque hoy día cuenta con la democracia de mejores índices de América Latina (véase último informe de Freedom House), además del punto de vista económico y social, Chile es el país que presenta mayores avances en estas materias.

Ahora, bien existe el mito que todos los logros en materia económico-social son gracias como manejo la economía Pinochet y sus Chicago Boys. En cualquier comparación entre lo hecho por el Gobierno Militar, y quienes participaron de él, particularmente los dirigentes de la Alianza por Chile (coalición de UDI y RN) versus lo hecho por los Gobiernos de la Concertación, sale esta última aventajando por lejos a la primera.

Hay una serie de mitos construidos por medio de la información oficial emanada en tiempos de dictadura, que no ha sido muy contrastada. Así, podemos ver que en esa época muchos dirigentes de gobierno usufructuaron en términos personales de las arcas fiscales, existiendo actos de corrupción sin ningún control[3], a diferencia de lo ocurrido desde el advenimiento de la democracia, en que Chile ha presentado los mejores índices de transparencia en el uso de los fondos públicos en Latinoamérica, e incluso está por sobre países europeos como Francia, España e Italia entre otros, según señala Transparencia Internacional (véase www.transparencyinternational.org). Respecto a los índices de libertades públicas y derechos civiles, Chile exhibe hoy cifras similares a las de democracias consolidadas como las europeas, a diferencia de lo que ocurría en tiempos de la dictadura cuando el país mostraba los peores índices de Latinoamérica (véase www.freedomhouse.org). Todo lo anterior, sin ni siquiera mencionar lo relativo a la violación sostenida de derechos humanos que ocurrió en tiempos del gobierno autoritario y que muchos de los actuales políticos de la derecha cínicamente señalan que ignoraban (véase www.amnesty.org).

El crecimiento del PIB en dictadura fue de un promedio del 2,9% versus el 6,2% que se ha observado hasta hoy en la nueva democracia (1990-2004). Así mismo, la tasa de desempleo promedio durante el Gobierno Militar, fue de un 18,1% en comparación al 7,3 % que han exhibido los Gobiernos de la Concertación. Además, la inflación que fue el caballito de batalla que siempre exhibió el gobierno de Pinochet, fue de un 79% versus el 8,1% promedio durante los gobiernos de Aylwin, Frei y Lagos (véase Cepal y Banco Central de Chile). Sobra hablar de los tratados comerciales, la política de vivienda, educación, salud e infraestructura, donde las cifras e inversiones de la Concertación son cuatro veces más, en términos reales, de lo hecho en los casi 17 años de dictadura. Sin embargo lo más sintomático es la diferencia en el gasto social de ambas administraciones, puesto que desde 1990 a la fecha la inversión social ha aumentado en un 190% real.

En áreas como la política interna y externa, la economía, lo social, la cultura y los derechos humanos, la llamada “Revolución Silenciosa”[4] de la dictadura está muy por debajo de la “Revolución Democrática” llevada a cabo por los partidos de la coalición de gobierno. Ni el defensor más acérrimo de la Dictadura puede negarse frente a las cifras de estos resultados que exhiben los gobiernos de la Concertación.

Los desafíos futuros de la Concertación
Es en este contexto que ha gobernado la Concertación y si nada extraño pasara en el camino debiera prepararse para gobernar cuatro años más, cuestión que no es fácil, dado que los desafíos son cada vez mayores en una sociedad que se ha ido acostumbrando a un estilos de vida.

El actual periodo que enfrenta tanto Chile, como la Concertación, es nuevo, donde surge el liderazgo de mujeres. Esta cuestión no es menor, dado que la política fue hasta hace poco un feudo casi exclusivamente masculino. Así, hoy la candidata de la coalición de centro-izquierda es Michelle Bachelet, una mujer que viene de fuera del establishment político y que demuestra la evolución que ha ido experimentando la coalición de gobierno. Estas señales dan cuenta de un tiempo nuevo y por tanto indican el nacimiento de una Concertación renovada, sustentada en la amistad cívica que ha unido a la antigua Concertación hasta ahora, pero que enfrenta nuevos desafíos en un contexto de una sociedad diferente en un tiempo distinto.

En este nuevo proyecto hay dos tentaciones que hay que dejar de lado. Por una parte, la extrema reafirmación de lo ya hecho, porque esto puede confundirse con las propuestas del nuevo gobierno. Por otra, parte la negación de lo hecho y sin reconocer lo avanzado puede dar una señal de pesimismo. Por el contrario, desde lo ya avanzado con éxito hay que enfrentar el futuro con optimismo y sintiéndose orgullosos de lo realizado, asumiendo que se ha hecho el mejor esfuerzo por construir una sociedad igualitaria en libertad.

Por lo tanto, lo que se quiere no es más de lo mismo, sino mejor de lo mismo, reforzando lo que ha sido bueno para el país, con una nueva Concertación con nuevas ideas y fuerzas, optimista de lo que viene y puede hacer por Chile y su gente, para un nuevo periodo que enfrenta a una sociedad distinta, que debe elegir entre esta Nueva Concertación y la derecha, lo que dado las condiciones actuales de división de la oposición, no da lo mismo.

Andres Jouannet Valderrama
Dr. en Ciencia Política
Universidad de Heidelberg


*Artículo publicado por la Revista La Semana de Colombia. 22 11 2005
[1] Es importante señalar que hasta antes de esta elección los partidos de derecha RN y UDI, siempre había llevado un candidato presidencial, el que o era militante de la UDI o en su efecto más cercano a esta que a RN.
[2] Título de un libro escrito por el ex Presidente Patricio Aylwin el año 1998, donde relata todo el proceso de formación de la Concertación.
[3] Sin lugar dudas el descubrimiento de las millonarias cuentas de Pinochet y su familia en el extranjero, reafirman dicho enunciado
[4] Título del libro que escribiera Joaquín Lavín a fines de la década de ´1980s para destacar los supuestos logros en materia social que había experimentado la gente en Chile, bajo el Régimen Dictatorial de Pinochet

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