Wednesday, January 25, 2006

Los neoconservadores y los errores conceptuales

He leído por estos días un artículo en la Revista Ya del Diario el Mercurio, titulado “Las neoconservadoras y las neoprogresistas chilenas”, en atención a una nueva generación de mujeres chilenas de entre 30 y 40 años que se diferenciarían valóricamente entre ellas. Lo cierto es que no es mi intención analizar dicho artículo escrito con tanta gracia y delicadeza que da cuenta de una expresión de la realidad de un tipo de mujeres de nuestro país, mi intención es aclarar una confusión de conceptos, especialmente el referido al neoconservadurismo.

De donde viene esto del llamado neoconservadurismo. De partida este concepto ya tiene algunos lustros, sin embargo a mediados de la década de ´1990s en el contexto de distintos regimenes latinoamericanos que aplicaron una política económica cercano al modelo neoliberal, se les comenzó a llamar de esta forma, sobre todo a aquellos dirigentes que provenían de los sectores de la derecha tradicional en nuestra región. Tal vez, el caso más emblemático fue el del Presidente Argentino Carlos Menem.

En el sentido anterior, algunos cientístas sociales, como tratando peyorativamente de clasificar a Menem y a sectores del peronismo, según ellos, de neoliberales y de derecha, sindicaron al ex Presidente y a varios de sus colaboradores como “Neoconservadores”.

Existen algunos documentos (en algunos casos muy poco rigurosos desde el punto de vista científico) que han tratado de vincular las reformas estructurales implementadas por la administración de Menem con el neoconservadurismo, en la idea que este sería el moderno rostro de la derecha, fundamentalmente en Latinoamérica. Por ejemplo Borón 1991; Vitelli 1997; Nochteff 1998; y Yannuzzi 1995; 1999, entre otros, han intentado definir el estilo político y de administración de Menem como neoconservadora, no obstante, ninguno de estos artículos alude a una definición ni menos a una conceptualización del neoconservadurismo. Gerardo Strada, en una publicación el año 1996 demostraba como Borón y otros caían en el error de sindicar al menenismo como la manifestación político-económico del neoconservadurismo, y lamentablemente se sigue cayendo en este error (no sólo en Argentina, sino como se ha señalado en la primera parte, también aquí en Chile), pese a la demostración empírica de que no existe ninguna relación directa entre las reformas neoliberales y el neoconservadurismo.

Recuerda Strada (1996) que fue efectivamente el ex Presidente Raúl Alfonsín uno de los primeros en referirse a las reformas económicas que Menem estaba implementando como reformas neoconservadoras y a partir de ahí se comenzó a sindicar a Menem desde diferentes campos como neoconservador. Contrariamente a lo que se ha planteado, el neoconservadurismo es una línea de pensamiento intelectual que ya puede encontrarse a partir de la década de ‘1930s en New York, aunque alcanzó una mayor importancia académica a partir de la década del ‘1960s al interior de la comunidad de intelectuales estadounidense. Integraron este movimiento intelectual académicos norteamericanos de izquierda, que criticaban ciertas formas de expresión social, política y cultural en USA. Los neoconservadores poseen cuatro principios: a) la vida es extremadamente compleja y el hombre no conoce bien las dinámicas de la humanidad, por lo que su capacidad es limitada para cambiar el orden de las cosas; b) el hombre es un ser intrínsecamente bueno, pero también puede deformarse y llegar a ser malo, por lo que se debe regular a este con la justicia y la proceso que ha permitido a su vez llegar a la democracia; c) el hombre es un animal social que puede desarrollar sus capacidades plenas en comunidad; d) el determinismo económico no mueve al mundo, sino que son las ideas de los hombres las que lo mueven (Gerson: 1996: 18-19). Sería largo definir y relatar el desarrollo del neoconservadurismo, no obstante sólo he enunciado algunos aspectos para dejar zanjada la espuria relación entre el neoconservadurismo y el neoliberalismo.

Contrariamente a lo que se puede pensar el neoconservadurismo de existir actualmente tiene sus raíces más vinculadas a una izquierda reformada que a una derecha que aun no le alcanza para ser neoconservadora.


Dr. phil. Andres Jouannet Valderrama
Doctor en Ciencia Política
Universidad de Heidelberg

Para consulta de autores citados véase;
http://archiv.ub.uni-heidelberg.de/volltextserver/volltexte/2004/4800/pdf/Jouannet.pdf

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