Wednesday, May 13, 2009

Magras cifras y bajón regional*

Como un medio vaso lleno (pero medio vaso al fin) se podría catalogar los resultados de la V Encuesta Nacional Urbana de Seguridad Ciudadana, correspondiente a 2008 (ENUSC). Porqué algunos índices que mide este instrumento son positivos, pero otros son preocupantes sobre todo los resultados de nuestra región.
Según la información de la ENUSC 2008, la victimización nacional se ha establecido en un 35,3%. Sin embargo si comparamos victimización general respecto de 2007 esta era de 34,8, lo que significa 0,5% menos que la última cifra, estadísticamente se puede considerar marginal y no significativa, pero sube respecto del año anterior y se estabiliza en una cifra que no nos debiera dejar satisfechos.
Sin embargo, si bien la victimización se ha estabilizado a nivel nacional, en la Araucanía crece ostensiblemente, siendo junto a la Región de Aysen una de las que más sube respecto de este índice, si en 2007 la victimización representaba un 32,1% el año 2008 saltamos a un 39,5%. Esto significa que nuestra región es la segunda región con mayores índices en esta categoría.
Los miopes de siempre dirán que la culpa de esto es del Gobierno, las policías, los fiscales y un cuanto hay, pero creo que ésta cuestión es más profunda respecto de la Araucanía. De partida el Gobierno es nacional y centralizado, por tanto como no estamos en un Estado Federal, no hay autonomía para tomar decisiones propias en materia de seguridad, salvo cuestiones coyunturales y menores, por otra parte las policías y sobre todo carabineros han demostrado con creces su profesionalismo que los ha llevado a ser una de las instituciones más queridas por la ciudadanía, la fiscalía por su parte todavía no logra engranar un sistema que proteja a las victimas y que termine efectivamente con los delincuentes con penas coherentes al delito cometido, se dice que los jueces aplican bajas penas, pero estos señalan que se atienen a las pruebas y solicitudes del Ministerio Público.
Lo cierto, es que las cifras son negativas y no podemos condenar a que las familias sigan sufriendo la lacra de delincuencia, por tanto hay que invertir mucho más en seguridad para las personas y sus familias, no puede ser que los delincuentes anden tranquilos por las calles y la gente se encierre bajo las rejas de sus casas.
Más allá de lo anterior, sin lugar a dudas que hay responsabuilidades respecto de estas magras cifras regionales, pero como ya enuncio, pareciera que hay algo más en la Araucanía. A estas preocupantes cifras de victimización hay que sumarle el alto índice de desempleo, uno de los mayores del país, nuestros bajos resultados en la Prueba Simce, los pobres números de inversión privada, para que hablar de la contaminación de Temuco. ¿Será que la Araucanía está condenada a estar en los últimos puestos de la tabla en casi todas las materias y tener por tanto uno de los índices de desarrollo humano más bajos del país?
Creo que es tiempo de quebrar con esta mala racha, no siempre fuimos así y estoy seguro que podemos ser mejores, sólo falta el gran acuerdo regional, donde todos concordemos un proyecto de desarrollo sustentable, pero económicamente y socialmente exitoso. Sólo así dejaremos el pesimismo y estas magras cifras.

*Una versión de este artículo fue publicada en el Diario Austral de la Araucanía 13 de mayo de 2009

Andrés Jouannet V.
Dr. en Ciencia Política de la Universidad de Heidelberg
Académico de la Universidad Católica de Temuco

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