Tuesday, June 16, 2009

Informe especial: ¿Diputados u operadores políticos?

La semana pasada Informe Especial nos mostró una realidad política, que aunque ya más o menos la percibíamos, la emisión de este programa nos dejó mucho más claro de como actúan algunos parlamentarios. Lo lamentable, es que varios de los diputados de esta región aparecen mencionados en dicha investigación periodística, y aun más, dentro de los mejores parlamentarios que se presentaron no ay ninguno de la Región de la Araucanía.
Luego de esto, los argumentos de los diputados en cuestión, para excusarse por sus reprochables conductas, lo único que ha hecho han empeorado la falta. Se ha señalado más o menos lo siguiente, “me debo a mis electores, por lo que tengo pasar más tiempo haciendo gestiones en Santiago, en Ministerios para ir en auxilio de ellos” otro ha señalado “dado que debo concurrir a mi distrito, debo asentarme del Congreso”.
Las escusas son tan básicas que demuestran la desfachatez, arrogancia y sinvergüenza de las acciones de estos parlamentarios. A caso el DC José Miguel Ortiz, diputado por Concepción que tiene el record mundial de asistencia parlamentaria y que ha ganado con las más altas mayorías su reelección parlamentaria desde 1989 a la fecha, no hace gestiones para sus electores, o el diputado de RN de Viña del Mar Francisco Chaguan que tiene el record de mayor número de anteproyectos presentados a la Cámara, no está presente en su distrito, o el ex Presidente de la Cámara el DC Patricio Walker que sacó un 54% en la reelección pasada tampoco concurre a su distrito, en fin hay muchos ejemplos de buenos diputados, los que lamentablemente no son el caso de los de nuestra región, aun cuando pudieran haber escasas excepciones. Lo cierto, es que los argumentos que dieron dos diputados de la región que aparecen claramente en las imágenes de Informe Especial, son lo que en Ciencia Política se llama “operadores políticos” y no de parlamentarios, que lo que tienen que hacer por excelencia es legislar y representar a sus mandantes los electores en el parlamento, naturalmente hacer gestiones frente a las autoridades, pero algo más, presentar leyes y poner temas en la agenda nacional, ninguno lo ha hecho y finalmente sólo son eso; operadores políticos que se basan en el clientelismo y las necesidades básicas de las personas para mantener sus cuotas de poder
Sin liderazgo nacional y con escasas propuestas regionales nos podemos explicar entonces los magros índices de desempleo, Simce, inversión privada y de pobreza que cruzan a nuestra región. Por último al ver estas pobres cifras, preguntémonos qué tipo de líderes tenemos o si son simplemente operadores políticos…

Monday, June 01, 2009

La contracultura, el nuevo anarquismo*

El pseudo-anarquista
No hay nada más conservador que el actual movimiento anarquista tanto local como global, esto dado que su origen conceptual como movimental lo podemos encontrar a fines del siglo XVIII en lo que fue su semilla inicial en la obra de Willian Godwin con su obra “Enquiry concerning political justice”, desde esa fecha al día de hoy comparar a esos anarquistas formados, rebeldes y arriesgados, dista mucho de los actuales movimientos inorgánicos, desarticulados, en su mayoría sin contenido y conservadores de los actuales pseudos anarquistas, dado que lo único que han conservado ha sido el nombre pero no el espíritu del anarquismo original, no han sido capaces de trascender y encontrar una nueva performance .
Sébastien Faure escribió en los años ’20 del siglo pasado en la “Encyclopédie anarchiste”; “La doctrina anarquista se resume en una sola palabra: libertad”, dirán algunos que esto sigue siendo el espíritu del anarquismo, pero convendrán otros conmigo que el concepto de libertad está hoy más cerca del espíritu del liberalismo incluso del socialismo liberal que nos señala Norberto Bobbio, que del actual pseudo-anarquismo, él que no puede representar la liberad como bandera de lucha absoluta de su movimiento, porqué la libertad como expresión y concepto no es sólo ni siquiera monopolio del liberalismo, tiene que ver con uno de los derecho básicos universales que la humanidad ya se ha ganado.
¿En este contexto que le puede quedar al anarquismo actual? Sus representantes son tan diversos que lo único que los une es señalarse anarquistas y tal vez que la mayoría utilice zapatillas deportivas. Por otra parte su sentido de rebeldía dista mucho de los primeros ideólogos como; Proudhon y Bakunin, Stirner y Malatesta, Kropotkin y Tolstoi, dado que estos tenían una definición ideológica del egoísmo y de su último objetivo que era la realización completa del Yo, lo cual suponía la negación de la Autoridad, el Estado y la Ley.

La contracultura
El mal llamado anarquista actual está inserto en lo que se ha denominado la sociedad de masas y por tanto a diferencia del anarquista ideológico convencional, en la actualidad lo que hay es un tipo de personaje contracultural.
Ahora bien, podrá discutirse si los pseudos-anarcos son contraculturales o no, pero más allá de esta discusión, lo cierto es que son más identificables por sus posturas, sus modas, su rebeldía juvenil con las actuales ideas contraculturales. Por su parte, Este movimiento tiene su origen en Estados Unidos de Norteamérica (nación que nuestros pseudos-anarquistas rechazan), fue en Nueva Inglaterra donde Ralph Waldo Emerson y Henry Thoreau platearon sus teorías del descontento con la civilización cristiano occidental y su fe en la en la bondad de la naturaleza. Estos individualistas románticos valoraban la autosuficiencia y aborrecían la sociedad de masas, donde solo hay limitantes para la libertad. Por su parte los militantes de la contracultura actual rechazan la sociedad posmoderna, y por una serie de causas, sean estas medioambientales, sociales, anti-armamentistas y anti-imperialistas, algunos siguen (los más formados) a ciertos ideólogos llamados hoy “alternativos” como Chomsky, Marcuse, Roszak, Boulding, Denegri, Heilbroner, Ehrlich, Timbergen, Stiglitz (del último tiempo) y otros más.
Nuestros contraculturales actuales en su mayoría son jóvenes rebeldes (cuestión connatural de la juventud) y algunos lolosaurios, que buscan un sentido de pertenencia de grupo. En este sentido, una vez que la democracia se consolidó y esta fue normal, pasó de la novedad de los años ‘1990s a la desafección de este sistema de los 2000, es en ese contexto que surgen estos grupos que son mayoritariamente etarios y que su diferenciación y aparente rebeldía la expresan por cómo se visten e identifican entre ellos. Lo paradójico de esto es que critican tendencia y modas, pero finalmente caen en lo mismo. Un ícono de esta generación es la canadiense Naomi Klein, quien hace unos años atrás se hizo célebre por publicar el libro “No Logo”, donde se oponía al tipo de marcas comerciales populares, además de una crítica feroz a la influencia de la publicidad sobre la economía actual. Sin embargo Klein escribía esto desde su exclusivo y lujoso loft en el barrio King-Spadina (para tener una idea. su propiedad se comparar con un loft del SoHo en Manhattan).
Así al igual que en el libro de Klein donde todo es denuncia, la contracultura carece de propuesta, no es que esté mal o bien, es así, el movimiento contracultural es a su vez contradictorio, dado que su desarrollo se da fundamentalmente en sociedades ricas y desarrolladas, lo que en Latinoamérica nos toca es una copia un poco snob de sectores incómodos con la cultura local. En este sentido, estos pseudos-anarcos o contraculturales, en su mayoría evolucionarán a formas más conservadoras e institucionales de comportamiento, una vez que su estado biológico los llame a asumir nuevas responsabilidades sociales.


La simple cultura social
Ciertamente que nuestro mundo global interconectado, dista mucho de la cabaña de Henry David Thoreau, aquel viejo precursor de la desobediencia civil. Hoy día nos reconocemos en esta aldea mundial globalizada, diversa multicultural, cosmopolita. En ese reconocimiento de lo diverso está implícito el respeto a la persona humana, que en esencia es igual en su valor humano pero distinta en cuanto a su origen. Justamente en lo diferente está la riqueza de la diversidad cultural, de ahí nace el respeto que debemos tener como individuos a quienes manifiestan participando de las distintas expresiones culturales en un contexto de una sociedad heterogénea.
Vivimos en una sociedad marcada hoy por la política, el mercado y las comunicaciones, repleta de personas distintas cuyos destinos son a veces jugados por el vuelo de una mariposa. Un mundo complejo y frágil, más real y transparente, más abierto y amplio, pero cruel a la hora de la competencia, un mundo con una cultura diversa, múltiple…
En esto quiero coincidir con los sociólogos canadienses Heath y Potter, quienes señalan que “No vivimos en la ‘matriz’, ni tampoco en el ‘espectáculo’. Lo cierto es que el mundo en que vivimos es mucho más prosaico. Consiste en miles de millones de seres humanos -cada uno de ellos con su propio concepto del bie- intentando cooperar con mayor o menos éxito. No hay ningún sistema único, integral que lo abarque todo. No se puede bloquear la cultura porque ‘la cultura’ y el ‘sistema’ no existen como hechos aislados. Lo que hay es un popurrí de instituciones sociales, la mayoría agrupadas provisionalmente que distribuyen las ventajas y desventajas de la cooperación social de un modo a veces justo, pero normalmente muy injusto” (2005: 19).

Anarco, contracultural, religioso, político, deportista, en fin, miembros todos de una sociedad si bien imperfecta, mejorable con inteligencia y con pasión.

*Parte de este artículo apareció en el cuerpo de Reportajes del Diario Austral de la Araucanía, con el título “Los anarquistas en el conflicto mapuche” del periodista Roberto Neira Tonk.