Sunday, February 21, 2010

El estilo del gobierno de Piñera

El gabinete que designó Piñera no debiera causar tanto revuelo ni en la Alianza, ni en la Concertación, es un gabinete de derecha, ABC1, independiente (de derecha) como le gusta llamarse a la gente que adhiere a ese sector. Representa el sentido aspiracional con que muchos chilenos quieren identificarse, con esa sensación de éxito empresarial que Piñera y su gabinete simbolizan.
No obstante lo anterior, la designación de Piñera, muestra a las claras el sentido de cómo gobernará los próximos años. Por una parte, al parecer él cree, no deberle nada a los partidos de la alianza UDI y RN y mucho menos a Chile Primero y al PRI, a los que ni siquiera consideró para maquillar su equipo ejecutivo. Piñera siente que fue él, el que ganó la elección, con su dinero, sus relaciones empresariales que aportaron a la campaña, y está convencido que si sino hubiera sido él el candidato de la derecha, la Concertación habría ganado nuevamente, dado que Piñera era el único que en ese momento podía sacarle votos a la Concertación desde el centro político. Piñera es uno de los pocos líderes de la derecha que no carga con el sesgo de haber apoyado a Pinochet, más aun, él votó en contra del dictador. Si bien se ha ido consolidando en la derecha, su origen está vinculado a la DC, ya sea por su padre Pablo, sus hermanos Pablo y Magdalena, incluso por su tío, Monseñor Bernardino gran defensor de los derechos humanos en tiempos de dictadura. Por eso, se siente más transversal, si por él fuera tendría a más DC en su gobierno, es amigo de muchos y su cultura original está emparentada al partido de la falange. Sus continuas alusiones a Aylwin y su comparación con este, demuestran recoger la mejor parte de la DC histórica, la que le heredó su padre Pablo, Ministro y alto funcionario del Gobierno de Frei Montalva. No hay que olvidar, que luego del triunfo del Plebiscito de 1988, al interior de la DC, corrían tres candidaturas presidenciales, Valdez, Aylwin y Frei Ruiz Tagle, este último tenía como uno de sus importantes respaldos de campaña a Sebastián Piñera. Finalmente el candidato presidencial de la DC fue Aylwin y Frei Ruiz Tagle terminó como candidato a Senador por Santiago Oriente y dado que en la DC Piñera no iba a tener la posibilidad de ser candidato a senador, éste opta finalmente por ir como candidato a senador por RN, en la misma circunscripción de Frei. Piñera le tiene aprecio a la vieja guardia DC, no es de extrañarse que le ofrezca algún cargo diplomático a Gabriel Valdez u otro patriarca de la DC.
Por otra parte, Piñera tiene una historia política más de agraz que dulce en la derecha. No hay que olvidar el “affaire Matthei-Piñera”o el también llamado “Piñeragate” de agosto de 1992 y en ese contexto las disputas con uno de los patriarcas de la derecha más conservadora Ricardo Claro. Unos meses después en mayo de 1993, Piñera sufre el rapto de su hijo Cristóbal, perpetrado por sectores vinculados a ex agentes de la dictadura. Se recordará, que Piñera fue bajado por Longeira y Lavín, como candidato a Senador por Valparaíso, la UDI impuso al ex edecán de Pinochet, Jorge Arancibia. Su relación con Longueira siempre ha sido difícil y conflictiva, en numerosas ocasiones se han enfrentado públicamente, por su parte, si bien es más cercano con Allamand, es difícil que Piñera olvide que para las Presidenciales de 2005, Allamand se inclinó en un primer momento por Lavín, a objeto de asegurarse el cupo senatorial por la Décima Región Norte.
Existen varios rounds más de Piñera con los dirigentes de los partidos de derecha, por lo que al parecer, Piñera cree no deberle nada a la Alianza, tanto, que para el segundo cargo más importante del Ejecutivo, nombra como Ministro de Interior a su secretario y asesor más directo y no entrega este ministerio a un político de partido como Allamand o Espina. Más aun, los ministros de la Moneda tienen como flanco su escasa experiencia en la Real Politik. Tampoco ha querido presidencializar su gobierno, en ministerios importantes como Interior, Relaciones Exteriores y Obras Públicas, en los cuales nombró a amigos de perfil técnico.
Al parecer, el gobierno de Piñera estará marcado por este tipo de decisiones personales y a solas usando todo el poder que presidencialismo exacerbado contiene, sin consulta a los aliados y buscando la transversalidad incluso más allá de la Alianza.


Andrés Jouannet
Dr. Ciencia Política
Universidad de Heidelberg

El Gabinete de Piñera y la vieja contradicción de clases

En ciencia política no se puede explicar el significado del equilibrio entre lo técnico y lo político, como ha señalado insistentemente el Presidente electo sobre las fortalezas de su gabinete. Los ministros son políticos, esa es su esencia y cuentan con la confianza plena del mandatario, se deben a él y Piñera fue electo Presidente de Chile en una confrontación electoral, que es la esencia de la política, por tanto no hay que tener miedo, ni disfrazar la naturaleza esencial de los ministros y los cargos de confianza del Presidente electo, estos son políticos. Ahora bien que la mayoría, por no decir casi todos, tienen escasa o nula experiencia en la Real Politik, eso sí es una debilidad. Se podrá decir que hay que darles una oportunidad, lo cierto es que esto es loable, pero con el presente y el futuro de un país no se puede improvisar. Otros han dicho que estos son los mejores, lo cual es muy relativo, dado que políticos con alto grado académico como el ex Diputado Teodoro Rivera, actual rector de la Universidad Autónoma de Chile y Doctorado en Alemania o Rodrigo Álvarez con brillante formación académica e importante experiencia Política, sólo por poner un par de ejemplos, no fueron considerados. Lo cierto es que el gabinete es a la medida del Presidente electo, un equipo con experiencia en finanzas. Por otra parte, el Presidente siente que no le debe tanto a los partidos de la alianza, más bien éstos le deben a él.
Sin embargo, lo más preocupante de este gabinete, es que es muy difícil que pueda enfrentar con éxito una de las emblemáticas promesas de campaña de Piñera, a saber, mejorar los índices de distribución del ingreso y terminar con la pobreza. Preocupante, dado que la designación de un gabinete de elite socioeconómica, hace incongruente la promesa de campaña. Cómo se puede luchar contra la mala distribución de los ingresos en Chile, si la mayoría de los Ministros provienen de sectores acomodados. Cómo se combina esto con la meritocracia que supone, a lo Obama, se puede llegar a lo más alto del servicio público no importando el origen social, cuando en la elección del gabinete Sebastián Piñera privilegió a un sector socioeconómico. La pregunta que cabe, es si estos ministros tendrán la misma sensibilidad para luchar contra la pobreza, como lo tuvo la Concertación, que puede mostrar como uno de sus ejes exitosos las cifras de disminución de pobreza en sus 20 años de gobierno. A lo menos, nos cabe la duda. Se puede perfectamente plantear que volvemos a dicotomías del pasado, la derecha representa socialmente a las clases acomodadas, como está expresado en el gabinete de Piñera y la Izquierda, en este caso la Concertación, representa a los sectores sociablemente postergados y emergentes, los que objetivamente fueron los más favorecidos con las políticas sociales de los gobiernos de centro izquierda.
Esto es la “nueva forma de gobernar”, la que esperamos sea medida según sus frutos y no sólo por frases hechas, como la eterna promesa del Mapocho navegable, en esto los medios de comunicación tienen una tarea central en el accountability, de no dejarse seducir y engañar, por los eslóganes, los ministros en terreno, para no convertir los próximos cuatro años en el Gobierno del Reality, donde finalmente los más perjudicados son aquellos que no están representados en el Gabinete del Presidente Piñera.

Andrés Jouannet
Dr. en Ciencia Política, U. de Heidelberg