Tuesday, March 23, 2010

El nuevo gobierno, la nueva oposición

“Ninguna oposición puede renunciar a su cometido, dejando sin más gobernar al Gobierno”, señala el politólogo Italiano Gianfranco Pasquino en su libro “La Oposición”.
La cultura política chilena, se acostumbró por inercia a que la Concertación Gobernaba y la Alianza era oposición, durante los 20 años que han transcurrido de la nueva democracia chilena. Esto cambió, pero los cambios en política no se dan de inmediato aun cuando institucionalmente éste ya se haya producido. El cambio es un proceso, sobre todo en el caso chileno, donde la Concertación gobernó por tantos años, como también fue en el pasado, cuando la derecha gobernó junto al régimen de Pinochet, a la Concertación le llevó un tiempo asumirse gobierno. En los primeros años de Aylwin, muchos militantes y dirigentes de los partidos de gobierno quedaron pegados en el discurso dictadura-democracia, ese es uno de los motivos porque duró tanto la discusión del fin de la transición: Por su parte, el discurso de la derecha, en los albores de la nueva democracia, era que todos los resultados positivos que obtenía la Concertación eran gracias a la herencia que había dejado el Gobierno Militar. Pasado un tiempo, ambas coaliciones se fueron ubicando en la posición política que les correspondía, ya sea de gobierno u oposición, a estos últimos les costó más el aprendizaje; armar un discurso, consolidar una unidad de partidos. Recordemos que durante el gobierno de Aylwin e incluso durante la primera parte de Frei, la oposición se enredaba en constantes disputas internas, en el que incluso estuvo involucrado el actual Presidente de Chile, el caso de espionaje telefónico, llamado Piñera-Gate, es sólo una de las tantas desavenencias entre los partidos de la entonces oposición. Desde la primera candidatura a Presidente de Joaquín Lavín, la derecha asume lo que Pasquino llama una oposición frontal y organizada.
Por su parte, la Concertación sabe, en otro contexto, lo que es ser oposición. La oposición de la segunda mitad de la década de ‘1980s logró consolidar lo que Aylwin ha llamado “el encuentro y unidad de los contrarios”, además de haber tenido un discurso político único, que era el retorno pacífico a la democracia y un programa de gobierno definido, llamado “proyecto alternativo”. Pero, lo interesante, además resulta de que la Concertación, como oposición fue capaz de poner en positivo conceptos políticos que tienen sesgos negativos; oposición es un concepto que tiene una connotación contraria, de impedimento, de obstáculo, de desconstrucción, en fin negativo. En este mismo sentido, en la confrontación del Plebiscito de octubre de 1988, logró poner el “NO”, como un elemento positivo, de esperanza y de unidad.
En la actualidad, el Gobierno debe rápidamente aprender a gobernar, no con efectismo sino con políticas programáticas e ideológicas que distingan su gobierno de los anteriores de la Concertación. Así, como el sello del Gobierno de Aylwin fue la reconciliación y el crecimiento con equidad, este gobierno que a diferencia del de Aylwin no es fundacional, debe rápidamente encontrar un sello de gobierno ideológico.
Por su parte, la Concertación debe con celeridad aprender a ser oposición, ya no Gobierna el Ejecutivo y tampoco representa la misma coalición política que se fundó en febrero de 1988. La Concertación como la conocimos ya no es aquella Concertación que nació para derrotar la dictadura cuya supervivencia estuvo supeditada a gobernar responsablemente Chile. Desde la Concertación de los padres fundadores, ya ha corrido mucha agua, hoy lo primero es adecuar sus partidos a la nueva realidad político social que vive Chile. Así como alguna vez socialistas, democristianos y socialdemócratas se unieron, en un contexto sociopolítico, para derrotar una dictadura y consolidar la democracia, la unidad de la oposición debe ser por sobre todo ideológica, no solamente para recuperar el poder, es mucho más allá que una sociedad instrumental. Los partidos de centro izquierda deben entender que antes de afianzar la unidad de la oposición, deben modernizarse y responder a los nuevos requerimientos que la sociedad demanda de la oposición y luego develar si existe o no la Concertación como conglomerado de ideas, y de ser así, demostrarle al País que es una oposición de verdad, que aspira nuevamente liderar el País con un nuevo proyecto.

Dr. Phil. Andrés Jouannet
Doctor en Ciencia Política, Director CIECh

Monday, March 15, 2010

La fallida designación de los cargos de confianza de Piñera. Parte 2

Durante la campaña presidencial, el actual Presidente de Chile, fustigó duramente a los funcionarios públicos de confianza que tenía la Concertación en el Gobierno de la ex Presidenta Bachelet, debido a la aparente participación de estos en la campaña del candidato Eduardo Frei; entre los juicios que Piñera señaló, se destaca uno que sacó de sus casillas al entonces Ministro de Interior Pérez Yoma, “deberán levantarse temprano” para buscar trabajo en el mundo privado.
Visto su comentario anterior, sorprende entonces la tardanza en la designación, primero de sus Ministros, subsecretarios, Intendentes, algunos Super Intendentes y hasta ahí no más. Porque resulta que ahora una vez asumido, son escasos los Directores Nacionales y Regionales de Servicios, Gobernadores, Seremis y parte de los 1.300 cargos de confianza que debería haber designado previamente el Presidente Piñera. Algunos le echarán la culpa al Terremoto, como va ser costumbre por el actual Ejecutivo, pero lo cierto es que el Terremoto si bien tiene una significación Nacional, afectó fundamentalmente a 4 regiones.
Hace 4 años atrás, exactamente el 1 de marzo de 2006, la electa Presidenta Bachelet designaba sin tanta pomposidad a sus Intendentes Regionales y Gobernadores y días después estos nombraban a sus Seremis, en ese mismo periodo se designaron todos los cargos directivos que la ley permite. Desde antes del Terremoto del 27 de Febrero, Piñera se desmandaba en declaraciones como las de “de cambio de equipo”, “la nueva forma de gobernar”, “el gobierno de los mejores”, pero objetivamente no ha sido diligente en cuanto a la designación de sus colaboradores, esto preocupa, dado que con la catástrofe que cruza a Chile, deben ser las nuevas autoridades las que lideren la reconstrucción del País, muchas de estas no han sido aun designadas y cuando lo sean, tendrán muy poco tiempo para su inducción, contrario a lo que amerita la situación actual.
El nuevo Presidente sabe que debía nombrar a lo menos 1300 cargos de confianza y esto no ocurrió, más aun la mayoría de los cargos de confianza en los niveles medios están ocupados por los mismos funcionarios a los que el Presidente en su momento criticó con mucha beligerancia. La pregunta que surge entonces, es; ¿sí el Presidente electo será capaz en los próximos días de nombrar a todos sus colaboradores y estas nuevas autoridades, cómo harán para tomar las riendas de un país que está cruzado por una de las catástrofes más grande de su historia?
Preocupa, dado que es muy difícil que autoridades sin inducción del aparato público, sin conocer como funciona el Estado, con Ministros que en su mayoría no tienen la experiencia política suficiente, puedan con prontitud y asertividad liderar la reconstrucción de Chile. En este sentido, es muy importante que los medios de comunicación, con objetividad y rigurosidad, exijan al nuevo gobierno lo que se le ha exigido al actual y se mida al nuevo Presidente con la misma vara con que se ha medido la conducción de Bachelet.
Lo ideal habría sido que los nuevos Ministros, Subsecretario, Intendentes, Gobernadores, Jefes de Servicio, Seremis, Directores Regionales etc., hubieran acompañado a sus pares en los días más complejos de la catástrofe, sobre todo las autoridades de las regiones más afectadas. No ha sido así, y creo que más que ver y criticar como el Gobierno anterior trabaja en superar la crisis, se requería en ese momento, más que declaraciones de llamado a la “unidad nacional”, como lo señaló reiteradamente el nuevo Presidente, eran acciones concretas y de trabajo en conjunto.
La democracia es así, el 11 de marzo asumió el Presidente Piñera con sus escasos “nuevos equipos” de confianza, con poca experiencia en políticas públicas y menos en respuesta a catástrofes como la que le toca vivir a hoy Chile. Los gobiernos de la Concertación, pasaron pruebas de sequias, terremotos, inundaciones, erupciones volcánicas entre otras catástrofes, eran equipos conformados en el tiempo, lamentablemente a partir de ahora se abren muchas dudas. Todavía no conocemos los todos nuevos equipos de Piñera, tal vez es parte del estilo de la nueva forma de gobernar, confirmar en sus puestos a los mismos “ineficientes” funcionarios del Gobierno de la Concertación.

Temuco, otoño de 2010

Tuesday, March 02, 2010

La designación de los nuevos Intendentes, una respuesta tardía

Hace 4 años atrás, exactamente el 1 de marzo de 2006, la electa Presidenta Bachelet designaba sin bombos a sus Intendentes Regionales, hoy el Presidente electo Sebastián Piñera no ha sido capaz de designar a las autoridades regionales, más aun con el Terremoto que azotó a Chile en la madrugada del sábado 27 de febrero y la catástrofe que cruza a nuestro país, hemos escuchado las frases de siempre, adornadas con muchos sinónimos y señalar reiteradamente, de que están trabajando con el Gabinete del futuro Gobierno en las respuestas que el País requiere. Lo cierto, es que no se ha visto nada, la prueba de esto, es que no ha designado a las autoridades regionales y ahora prometió que nombrará, por el momento, a los Intendentes de las zonas afectadas, cuando esto debería haberlo hecho inmediatamente ocurrido el Terremoto y no haberlo anunciado.
Además de nombrar a los Intendentes, el nuevo Gobierno ya debiera haber designado a los distintos jefes de servicio, seremis, embajadores, etc. Desde antes del Terremoto del 27F, Piñera se desmandaba en declaraciones, pero no ha sido ejecutivo en cuanto a la designación de sus colaboradores, esto preocupa, dado que con la catástrofe que cruza a Chile, deben ser las nuevas autoridades las que lideren la reconstrucción del País, éstas no están y cuando sean designadas no podrán ser inducidas como amerita la situación actual.
El nuevo Presidente sabe que debe nombrar a lo menos 1300 cargos de confianza y esto no ha ocurrido. La pregunta que surge es; ¿sí el Presidente electo será capaz en los próximos días de nombrar a todos sus colaboradores y estas nuevas autoridades, cómo harán para tomar las riendas de un país que está cruzado por la catástrofe más grande de su historia?
Preocupa dado que es muy difícil que autoridades sin inducción del aparato público, sin conocer como funciona el Estado, con Ministros que en su mayoría no tienen la experiencia política suficiente, puedan con prontitud y asertividad liderar la reconstrucción de Chile. En este sentido, es muy importante que los medios de comunicación, con objetividad y rigurosidad, exijan al nuevo gobierno lo que se le ha exigido al actual y se mida al nuevo Presidente con la misma vara con que se ha medido a la conducción de Bachelet.
Lo ideal habría sido que los nuevos Ministros, Subsecretario, Intendentes, Jefes de Servicio, Seremis, Directores Regionales etc., hubieran acompañado a sus pares estos días, sobre todo las autoridades de las regiones más afectadas. No ha sido así, y creo que más que ver como el Gobierno que termina trabaja en superar la crisis, en este momento más que declaraciones de llamado a “la unidad nacional” como ha señalado reiteradamente el nuevo Presidente, lo que se requería eran acciones concretas y de trabajo en conjunto.
Tal vez, se señale que se confirmará a muchas autoridades como signo de “unidad nacional”, pero la obligación del Presidente Piñera era ya antes del 27F haber tenido designados a sus colaboradores de confianza, sobre todo a los Intendentes, porque se puede dar que los subalternos y actuales funcionarios de confianza del actual Gobierno, reciban ordenes de aquellos que no tienen ni la experiencia, ni el conocimiento para tomar las decisiones que el país en la hora presente requiere
La democracia es así, el 11 de marzo debe asumir el Presidente Piñera con sus nuevos equipos de confianza, con escaza experiencia en políticas públicas y menos en respuesta a catástrofes como la que le toca vivir a hoy Chile. Los gobiernos de la Concertación, pasaron pruebas de sequias, terremotos, inundaciones, erupciones volcánicas entre otras catástrofes, eran equipos conformados en el tiempo, lamentablemente a unos días de que asuma el nuevo gobierno, todavía no conocemos los nuevos equipos de Piñera, tal vez el parte del estilo de la nueva forma de gobernar.


Andrés Jouannet
Dr. Ciencia Política
Universidad de Heidelberg